El acuerdo se concretaría en una coalición electoral, que garantizara la visibilidad de cada fuerza política en la campaña, una suma de fuerzas suficientemente preparada evitar que gobierne la derecha, respetando la propia identidad de cada fuerza política, pero siendo capaces de elaborar un programa común, dando respuesta a las necesidades de la ciudadanía de este país.

Esta organización siempre ha buscado la convergencia con el resto de actores que asuman el compromiso de un programa rupturista y alternativo como el que tiene Izquierda Unida, con un proceso de convergencia en el que se respeten las identidades de cada cual.

Consideramos que estas nuevas elecciones son una oportunidad para revertir una situación que está llevando a nuestro país a ser uno de los más desiguales, injustos y empobrecidos de nuestro entorno.

En esta línea, los secretarios de Organización de Izquierda Unida, Adolfo Barrena, y de Podemos, Pablo Echenique, han creado un equipo mixto que trabaje sobre un 'acuerdo básico programático' con el que concurrir a la cita electoral del próximo 26 de junio.

A nivel local, los resultados entre los simpatizantes y adscritos muestran un 88,37 % a favor del acuerdo electoral, un 2,32% en contra, un 4,5% de abstenciones y un 4.5 % de votos en blanco.