La comunidad de la parroquia de la Virgen de las Maravillas de Cehegín, ubicada en el convento franciscano de San Esteban, ha homenajeado al padre Antonio Vidal Torres, estrechamente unido al convento ceheginero desde que siendo adolescente ingresara en el antiguo colegio seráfico para cursar sus estudios. El acto de homenaje se ha enmarcado dentro del novenario que se viene celebrando como preparación a la fiesta de San Francisco de Asís que se celebra mañana, 4 de octubre.

El ministro provincial de la Orden Franciscana, padre Jesús Hernández, ha presidido la misa y el homenaje, en el que han participado diferentes grupos parroquiales, como la Orden Franciscana Seglar, la Hermandad de la Virgen de las Maravillas, las catequistas, Cáritas o grupos de oración, además de los frailes conventuales de San Esteban con el padre guardián, fray José Torres, a la cabeza, y numerosas personas.

Durante el acto se ha recordado la biografía del padre Vidal, subrayando su admiración por la vida y la obra de San Francisco, lo que le animó desde joven a ingresar en esta orden. Además, se ha destacado su faceta misionera en Japón durante varios años y su dilatada trayectoria en Cehegín, localidad a la que se siente muy unido y donde desde el primer momento se ganó el cariño de todos los vecinos por su humanidad, humildad y cercanía. Una de las anécdotas de su vida que se han mencionado durante el acto es que a la primera niña que bautizó en Japón le puso el nombre de Maravillas, por la gran devoción que siempre ha profesado a la Patrona de Cehegín y que siempre ha dejado patente. Además, diferentes personas han expresado su testimonio y su agradecimiento público a la labor del padre Vidal.

Por otro lado, y dentro del homenaje, el franciscano ha destapado la placa que rotula con su nombre una de las salas del convento, anexa al claustro, y que desde ahora en adelante recordará su figura y su paso por Cehegín.