Desde que la oliva se encuentra en el árbol hasta que llega a las mesas en forma de aceite hay un proceso de elaboración que requiere una técnica muy depurada.

La Federación de Almazaras Industriales de Aceites de Oliva (INFAOLIVA), a través de la Asociación Murciana de Almazaras Industriales (AMAI), ha llevado a cabo un curso para seguir formando al sector en este arte milenario, que ha evolucionado más en la última década que en los últimos cien años, según aseguran los expertos.

Miembros de la almazara ceheginera ‘Juan Maravillas’, y almazareros de Murcia, Alhama, Jumilla, Moratalla y Lorca se han dado cita en Cehegín para asistir a un seminario en el que han actualizado sus conocimientos sobre los sistemas de seguridad alimentaria, desde la utilización de fitosanitarios homologados por parte del agricultor (sulfatos), pasando por la recolección de la aceituna (separando ‘suelo’ y ‘bueno’), la morturación, las analíticas y el embotellado en la almazara.

Actualmente se producen en Cehegín todas las variedades del aceite de oliva, como son el ‘virgen-extra’ (mantiene intactas sus cualidades químicas y organolécticas, con una acidez que no excede de 0,8º), el ‘virgen’ (igual que el anterior, pero un poco más ácido), el ‘corriente’ (aceite con impurezas, que no supera los 3º) y el ‘lampante’ (igual que el anterior, pero que supera los 3º).

Según el vicepresidente de AMAI, Juan Maravillas, “estamos trabajando sin reparar en esfuerzos para crear una cultura del aceite en la zona. Además, ya estamos tramitando los papeles para que nos concedan la Denominación de Origen ‘Aceite de Murcia’, que dará mayor relevancia y prestigio a nuestro excepcional producto”.

Este año se empezará a recoger la cosecha en Cehegín a mediados de diciembre, aunque se prevé que habrá un 50 por ciento menos de oliva que el año pasado.