El Ayuntamiento de Cartagena ha renovado un total de 414 licencias de venta ambulante, muchas de ellas correspondientes a comerciantes con puestos en varios mercadillos, dando así un paso más en el proceso iniciado por el Gobierno municipal, junto a las asociaciones del sector, por el que “estamos dignificando y modernizando la venta ambulante”.

La concejal de Comercio, Hostelería y Venta Ambulante, Belén Romero, ha visitado este domingo el mercadillo de Cabo de Palos en su nueva ubicación junto a la zona comercial de Las Dunas, y ha destacado que “este gobierno está demostrando con hechos que escucha, que trabaja y que cumple. Estamos ordenando los mercadillos, facilitando los trámites y generando nuevas oportunidades para quienes viven de esta actividad”.

El proceso de renovación ha sido “flexible, humano y transparente”, según ha remarcado la edil, pues aunque el Decreto de renovación se publicó el 7 de abril con un plazo inicial de 15 días para presentar alegaciones, “el Ayuntamiento ha aceptado documentación hasta el 20 de junio, entendiendo las dificultades personales de muchos vendedores, con los que se ha contactado personalmente en reiteradas ocasiones”.

“Desde el principio tuvimos claro que queríamos ayudar a todos y acompañarlos durante todo el proceso, conscientes de las dificultades de muchos de los vendedores para cumplir los plazos. Por eso, hemos atendido caso por caso, porque detrás de cada puesto hay una familia que vive de esto”, ha explicado Romero.

En este sentido, ha explicado que, en un primer momento, 27 titulares quedaron fuera por falta de documentación o por deudas, pero tras el trabajo conjunto entre el Ayuntamiento y los propios vendedores, se ha conseguido regularizar la mayoría de situaciones. Finalmente, solo 7 titulares han sido excluidos del proceso, según recoge el Decreto final publicado el pasado 26 de junio.

Romero también ha subrayado la apuesta del gobierno local por la mejora de los espacios. En el mercadillo de Cabo de Palos, los puestos han pasado a medir 7 metros de largo por 4 de fondo, y los pasillos son ahora más anchos, facilitando la circulación de visitantes. “Queremos mercadillos más cómodos, accesibles y agradables tanto para quienes venden como para quienes compran”, ha dicho.

Entre las novedades más valoradas por comerciantes y clientes se encuentra la concentración de los puestos de frutas y verduras en una zona única, con contenedores estratégicamente ubicados para mejorar la gestión de residuos. Además, este año se exige la certificación de calibración de balanzas, una medida que refuerza la transparencia y protege a los consumidores. Romero ha explicado que, según los propios comerciantes, las cifras de ventas en esta nueva ubicación ya igualan, e incluso superan, las ventas previas a la pandemia, lo que confirma el acierto de las mejoras implementadas.

Este nuevo modelo de mercadillo ha sido posible gracias a la colaboración de los distintos servicios municipales y al trabajo conjunto con las asociaciones de venta ambulante de Cartagena. “Todo se ha hecho pensando en el vendedor y en mejorar la experiencia de quienes visitan nuestro mercadillo cada domingo”.