En la mañana de hoy se ha celebrado una Eucaristía por el eterno descanso de Antonio García Miqueo, popularmente conocido como Antoñico 'El Lotero', con motivo del primer aniversario de su fallecimiento. La Santa Misa se ha oficiado a las diez de la mañana en la Real Basílica de Nuestra Señora de la Caridad por el Padre D. Fulgencio Izquierdo.
La Eucaristía ha sido organizada por el Santo y Real Hospital de la Caridad. Su Hermano Mayor, José Vera, ha explicado que «Antoñico venía todos los días del año tanto a la Real Basílica a rezar ante la Virgen de la Caridad como al Hospital. Colaboraba mucho en todo. Visitaba a los enfermos prestando más atención a los que se encontraban sin que nadie les fuera a ver porque no tenían familia, incluso sacándolos a pasear por los pasillos y por el jardín».
«La dedicación de Antoñico con el Hospital era plena. Tenía una habitación acondicionada a su tamaño donde se quedaba a dormir en las Navidades, Semana Santa y en las fiestas más importantes del año para ayudar más en el centro sanitario y atender mejor a los enfermos. La pandemia la pasó prácticamente allí. Asimismo, algunos de los décimos de lotería que él vendía se los regalaba al Hospital como donación por si tocaba el premio».
La Santa Misa ha contado con la asistencia de alrededor de setenta personas, entre las que se han encontrado varios miembros de la Comisión Pro-escultura a Antoñico El Lotero.
Antonio García Miqueo falleció el jueves 4 de enero de 2024 en su habitación del hotel Manolo. Nació en el barrio de Santa Lucía en 1947. Comenzó muy pronto a trabajar, con diez años, en 'La Mufla de Bernardo'. Posteriormente tuvo varios trabajos para, finalmente, convertirse en un destacado vendedor de la ONCE y de la Lotería Nacional para la administración de Paco Leal, en la Glorieta de San Francisco.
Su jornada como lotero comenzaba a las cuatro de la mañana en la lonja del pescado para continuar en la calle Mayor, donde era muy popular. En sus más de 25 años como lotero repartió un gran premio y cuatro en los sorteos de la ONCE.
Pero, más que por su faceta profesional, de Antoñico hay que destacar que era un gran enamorado de la Semana Santa; en especial, de la Virgen de la Piedad y del Cristo del Socorro. También, de la Virgen de la Caridad. De hecho, en los últimos años vendió mucha lotería destinada a sufragar las obras de la Real Basílica y del Hospital. Antoñico fue un trabajador nato y un gran cartagenero. Ha sido y será historia popular de la ciudad.