Sin avances en la peor carretera del municipio. Pese a que la Consejería de Fomento anunció la licitación del arreglo de la calzada que une La Aljorra con Cuesta Blanca hace seis meses, las obra no han comenzado y los vecinos, en una zona con numerosas segundas residencias, han sufrido otro verano de horror en un vial semejante a un camino de cabras desde hace demasiado tiempo para la desesperación de sus usuarios. Hace catorce años que el Gobierno regional, ya en manos del PP, prometió la reparación del firme de siete kilómetros y desde entonces el abandono ha sido total.

En la práctica, resulta casi imposible la circulación de automóviles sobre todo en sentido sur, en sus primeros cinco kilómetros, en el tramo hasta San Isidro. Los vecinos, que no aguantan más, han realizado ya varias manifestaciones. Algunos conductores, en el colmo de la impotencia, realizan treinta kilómetros desde La Aljorra a Cartagena por la autovía y desde la ciudad hasta Cuesta Blanca por la N-332 como única solución que evite los siete kilómetros de esta calzada intransitable donde los pinchazos y averías resultan a la orden del día. El lamentable estado del asfalto deja casi incomunicados, o con dificultad extrema de desplazamiento, a los residentes ya que conforma la única salida a la autovía de Cartagena-Murcia, por lo que resulta fundamental para la vertebración de la zona oeste.

Los habitantes sienten discriminación también por el asfaltado hace poco de la carretera municipal de El Saladillo que une, en dirección oeste, La Aljorra con La Manchica, justo en el límite con el término municipal de Fuente Álamo, y el inicio este mismo verano de la remodelación integral de la vía que une La Aljorra con Fuente Álamo y la autovía con La Aljorra.

En el año 2009, la Consejería de Fomento, entonces llamada de Obras Públicas, informó de la redacción del proyecto de acondicionamiento del itinerario que conecta La Aljorra con Cuesta Blanca. El departamento autonómico aseguró entonces que ensancharía la vía hasta siete metros y el coste de la obra ascendería a 2,5 millones de euros. Menos ambiciosa es la remodelación en curso si es que llega algún día. La inversión ronda los 470.000 euros aunque prevé un sistema de drenaje que facilite la evacuación de aguas fluviales en episodios de lluvia. El proyecto de obra incluye también la instalación de siete marcos de hormigón en tres puntos que requieren de una ampliación de la calzada de dos metros más de anchura que solucione, en parte, el extremo estrechamiento actual de esta vía de comunicación.