La Comunidad Autónoma admite que procede realizar un estudio exhaustivo.

La Asociación Cartaginense presentó hoy, 15 de mayo de 2023, ante el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios (ICOMOS) la documentación para que se proceda a analizar el impacto de la terminal polivalente Barlomar proyectada por la Autoridad Portuaria de Cartagena.

Se han adherido a esta solicitud las siguientes asociaciones: Cartagena Futuro, Convergencia Cívica de Cartagena y Comarca, Asociación para la Conservación del Patrimonio de la Huerta de Murcia "Huermur", CreeCT, Asociación Cultural Despierta CT, Asociación de Defensa del Patrimonio DAPHNE y Amigos de la Historia de Librilla.

Con fecha 31 de agosto de 2022, la Asociación Cartaginense presentó alegaciones en el plazo establecido sin haber recibido contestación. Cabe destacar que el Servicio de Patrimonio Histórico de la Comunidad Autónoma nos notificó que efectivamente "el puerto de Cartagena y su entorno inmediato atesoran un rico patrimonio subacuático reflejo de la dilatada historia de la ciudad". Añaden que es necesario que se realicen un estudio especifico que analice las posibles afecciones del proyecto sobre el patrimonio cultural…".

La superficie submarina afectada por la construcción de la terminal citada se sitúa en una zona de alta concentración de arqueología subacuática, habiéndose encontrado numerosos yacimientos y vestigios de relevancia internacional. Estos vestigios se concentran en las inmediaciones del puerto de Cartagena, debido a la gran importancia que tuvo la ciudad desde los fenicios. Es por ello, que Cartagena es un enclave internacional de arqueología submarina y en superficie, contando con el Museo Nacional de Arqueología Subacuática, Museo Naval entre otros.

El Museo Nacional de Arqueología Subacuática tiene tres yacimientos en la bahía de Cartagena: Escombreras, Pecio de Navidad y Pecio Cartagena I:

El yacimiento Escombreras consta de 5 pecios romanos y un medieval, dotados entre el año 150 a.C. y el siglo XII-XIII.

El yacimiento Cartagena I es un pecio romano ubicado en los accesos del puerto de Cartagena, pasada la isla de Escombreras.

El yacimiento Pecio de Navidad es un pecio del último tercio del siglo XIX situado en las afueras del dique de Navidad.

Dada la importancia de los yacimientos descubiertos en la zona de Escombreras, donde precisamente se tiene proyectada terminal Barlomar, no resulta prudente por los restos arqueológicos que se pudieran perder para siempre. Antes de una actuación de tal magnitud sería necesaria una gran excavación arqueológica subacuática en sus distintas capas de sedimentos, para poner en valor posibles pecios, vestigios o tesoros que pudiera haber en la zona.

Además, el egiptólogo Zahi Hawass defiende que el 13 de octubre de 1938 el Beatrice, portador del sarcófago de faraón Micerinos y otras cajas de valiosas piezas, se hundió en las costas de Cartagena, lo que redunda en la importancia arqueológica submarina de la zona.

Asimismo, Iván Negueruela, Director del ARQUA, reconoció que el único proyecto llevado a cabo sobre la zona, fueron una serie una serie de prospecciones aunque con recursos muy limitados: una barca a punto de ser desguazada y una linterna. Lo que refuerza la necesidad de prospecciones y excavaciones en la zona.

Además, la terminal BARLOMAR supondría una gran afectación del paisaje de la histórica Bahía de Cartagena incumpliendo flagrantemente el Convenio Europeo del Paisaje de Florencia y la Recomendación del Paisaje Urbano Histórico de la Conferencia General de Unesco de 2011, entre otros textos en materia de paisajes patrimoniales.

Cartagena tiene una formidable bahía histórica y natural por la que han entrado sucesivas civilizaciones como se ha estudiado científicamente con la aparición de vestigios de todas las épocas. La terminal proyectada se sitúa justo en frente de la entrada del puerto natural y en las inmediaciones de un gran patrimonio arquitectónico y defensivo.

Los principales monumentos Bienes de Interés Cultural del entorno más próximo al proyecto de la terminal son los siguientes:

Batería de Aguilones (1928).

Castillo de San Julián (siglo XIX).

Batería de General Ordoñez (primeros del siglo XX).

Batería de San Isidoro y Santa Florentina (sigo XVIII -XIX).

Batería Santa Ana Acasamatada (siglo XVIII).

Batería Santa Ana Complemetaria (siglo XIX).

Batería Trincabotijas Baja (1686).

Batería Trincaboticas Alta (siglo XIX).

Es por tanto que una terminal como la proyectada, no quedaría integrada en el paisaje natural y cultural de las inmediaciones, y menos aún con la fachada marítima de Cartagena. Destacando que además, desde la fachada marítima ya no veríamos el horizonte de mar entre los montes, sino una plataforma industrial de grandes dimensiones.

La terminal BARLOMAR no cumpliría con el Convenio Europeo del Paisaje, ratificado por España el 26 de noviembre de 2007, entrando en vigor el 1 de marzo de 2008. Del mismo modo, entraría en claro conflicto con los planes del Ayuntamiento de Cartagena y la Comunidad Autónoma de la Candidatura de Cartagena Patrimonio de la Humanidad. Candidatura que es conjunta con otras ciudades del mediterráneo precisamente por la zona portuaria.

Además, y precisamente el sistema defensivo de la Bahía de Cartagena fue seleccionado en 2015 como paisaje urbano, histórico y defensivo por el Plan Nacional de Paisaje Cultural, implementado por el Instituto Español del Patrimonio Cultural. Las razones de dicha selección fueron fundamentalmente las siguientes:

"La función defensiva está íntimamente ligada a la historia de la ciudad de Cartagena desde sus orígenes, como estratégica plaza fuerte al abrigo de su espléndido puerto natural. Circunstancias que llevaron a completar las condiciones defensivas naturales que ofrecía el entorno con la obra del hombre, ya desde el establecimiento de la capital de los dominios cartagineses en la península ibérica en el 227 a.C. Relevancia estratégica que se mantendría durante los periodos romano y bizantino".

"La condición de puerto de las galeras de España -como base desde el siglo XVII y la instalación de Arsenal, en el silo XVIII, dieron lugar al desarrollo de un complejo sistema defensivo que potencia las características del paisaje natural.

Desde el siglo XVI, y especialmente, en el siglo XVIII, se acometió la construcción de un sistema de murallas, torres vigía, castillos, fortalezas y baterías de costa que, ya a principios del siglo XX, completaron el paisaje castrense al servicio de la defensa de la base naval de Cartagena.

Por tanto, tras ser incluida el paisaje del sistema defensivo de la Bahía de Cartagena en dicho listado del Instituto Español del Patrimonio Cultural, el proyecto de BARLOMAR podría suponer la exclusión en un futuro próximo por la gran afectación en el paisaje.