La celebración de los XLI Juegos Florales del Campo de Cartagena tuvo lugar en La Palma la pasada noche del sábado 8 de marzo. Un año más se quedó pequeño el salón de actos del Centro Cívico que entre sus asistentes estuvieron el director general de Personas Mayores del Instituto Murciano de Acción Social, Enrique Pérez; los concejales del Ayuntamiento de Cartagena Nicolás Ãngel, Antonio Calderón e Isaías Camarzana; el presidente de la Junta Vecinal, Pedro Obradors y la presidenta de la Asociación de Vecinos, Vanessa Romero.
El acto comenzó con el homenaje que el Centro Cultural y Deportivo, organizador del certamen literario, quiso rendir a José María Esteban en reconocimiento a su labor poética y constante colaboración en las actividades culturales palmesanas. Un amigo del homenajeado, José Casas, leyó una semblanza que realizó para el evento.
El momento más emotivo del acto lo realizó un familiar de Estebán leyendo unas palabras de agradecimiento en su nombre, ante la imposibilidad de éste. El presidente del Centro Cultural y Deportivo, José Escribano, entregó una placa honorífica y un escudo heráldico, realizado por Ãngel García, al homenajeado que estuvo presente y muy emocionado.
La misma noche se entregaron los premios del XX Concurso Nacional de Poesía Joven, también organizado por el Centro Cultural y Deportivo, que ganaron dos poetas noveles madrileñas, Blanca Mejía por su trabajo El llanto del fuego obtenía el premio de primera categoría (350 euros y diploma), y Almudena Molina el de segunda categoría (600 euros y diploma).
El ganador de los XLI Juegos Florales fue el ferrolano Lázaro Domínguez que leyó su poesía magistralmente, como ya nos tiene acostumbrados, cuyo título fue Iglesia, mi tesoro bajo el lema Madre y Maestra. Se trata del poeta que más veces ha ganado estos Juegos Florales, en concreto cinco veces: 1988, 1999, 2000, 2008 y 2014. El premio estuvo dotado de Flor Natural y 1300 euros.
Se clausuró el acto con el discurso del Mantenedor, que este año ha sido Leandro Madrid, Comandante de Artillería y Licenciado en Historia del Arte. Ofreció una conferencia muy en conexión con los palmesanos, con divertidas anécdotas y vivencias personales al ser oriundo de La Palma. No faltaron los trovos del maestro Marín en sus palabras, ni alusiones a San Ginés de la Jara o a Santa Florentina, ni a la triada de los juegos florales (patría, fé o amor).
La noche finalizó con la degustación de chocolate y las tradicionales migas y vino de la tierra.