La alcaldesa recibe mañana jueves, 8 de octubre, a seis agentes de la Policía Local y dos miembros de Protección Civil que protagonizaron arriesgados rescates de personas durante la riada del pasado 28 de septiembre.
La recepción tendrá lugar a las 10 horas en la Alcaldía del Palacio Consistorial.
Dos de los rescates se produjeron en La Aljorra y un tercero en la carretera de Canteras. En todos los casos, los agentes tuvieron que introducirse en el agua para socorrer a un total de cuatro personas.
Todos ellos recibirán el agradecimiento personal de la alcaldesa y una felicitación oficial de la Junta de Gobierno.
El primero de los rescates se produjo en La Aljorra, en la rambla que va desde el pueblo a la Urbanización Nueva Aljorra cuando el conductor de un vehículo ignoró las indicaciones de dos policías e intentó cruzar una zona inundada. El agua llegó rápidamente a la altura de las ventanillas y los policías decidieron actuar de forma inmediata. Pidieron una cuerda a los vecinos y la agente María Jesús P. se la ató a la cintura y se introdujo en el cauce mientras era sostenida por su compañero Juan N.. La agente tuvo que hacer palanca con su cuerpo para poder abrir la puerta del coche porque las ventanillas estaban inutilizadas. El ocupante fue liberado cuando el agua en el interior llegaba a la altura de los asientos. Atados a la cuerda y con la ayuda de varios vecinos, lograron poner a salvo al conductor.
En el segundo rescate se produjo en la carretera de Canteras, a la altura del hospital Naval, donde dos vehículos habían sido arrastrados por el agua. Los policías locales Joaquín L. y Emilio M. y los miembros de Protección Civil Dolores B. y José N. se introdujeron en la corriente y lograron socorrer en primer lugar a una mujer y, posteriormente, a un hombre atrapado en una furgoneta que tuvo que ser rescatado por la puerta trasera del vehículo.
El tercero de los rescates tuvo lugar cerca de la rotonda entrada a La Aljorra, donde el agua había saltado por encima de la calzada en gran cantidad y con mucha fuerza. Los agentes Olga S. M. y José S. G. observaron que había un vehículo detenido en mitad de la riada y que su propietario intentaba engancharlo al cable de una grúa. La fuerza del agua lo derribó y quedó sumergido y agarrado al cable. Los agentes se apresuraron a socorrerlo entrando en la corriente.