El Ayuntamiento de Caravaca de la Cruz se ha adherido a la campaña mundial 'La Hora del Planeta' y el próximo sábado, 30 de marzo, de 20.30 a 21.30 horas, apagará las luces de sus edificios más emblemáticos para llamar la atención sobre la problemática del cambio climático.

La fachada del Ayuntamiento, la muralla del Castillo y el Templete son los lugares seleccionados este año para permanecer apagados como respuesta al llamamiento de la ONG WWF (World Wildlife Fund), respaldado también por la Federación Española de Municipios y Provincias. Desde la Concejalía de Medio Ambiente animan a los vecinos a sumarse desde sus hogares a esta iniciativa global, que tendrá lugar en 7.000 ciudades de todo el mundo, para demostrar el compromiso con la conservación de la naturaleza, sometida a un proceso de degradación sin precedentes.

'La Hora del Planeta' nació hace más de una décadaen Sidney, en 2007, como un sencillo gesto que consiste en apagar las luces de hogares, negocios, edificios y monumentos emblemáticos durante una hora. Una acción que después articularía un creciente movimiento mundial por el Planeta. La campaña reclama la unión los ciudadanos, ayuntamientos y grupos políticos, empresas y organizaciones para lograr un mundo más respetuoso con la naturaleza y promueve acciones directas para desarrollar iniciativas de conservación más allá de la acción climática.

El próximo sábado millones de personas se unirán una vez más para demostrar su compromiso con la conservación de la naturaleza, sometida a un proceso de degradación sin precedentes. La pérdida de biodiversidad y el cambio climático son los problemas ambientales más graves a los que nos enfrentamos y, este año, 'La Hora del Planeta' quiere inspirar al mundo para que actúe y ayude a conservar la naturaleza.

Unos 230 ayuntamientos de toda España se han comprometido ya a apagar sus monumentos más emblemáticos como un símbolo de lucha contra el cambio climático. Así, edificaciones tan populares como la Puerta de Alcalá en Madrid, la Torre de Hércules en Coruña, el Museo Guggemheim de Bilbao o la Catedral de Burgos, junto a cientos de plazas y fachadas de otros ayuntamientos, también apagarán sus luces el 30 de marzo por la naturaleza.