Las más de sesenta peñas caballistas han llegado a la plaza Elíptica alrededor de las cuatro de la tarde, y han partido hacia la plaza del Hoyo –oficialmente conocida como la plaza de los Caballos del Vino- para participar en el concurso de Caballos a Pelo.
Los animales, sin ningún tipo de adorno, han recorrido la Gran Vía y las calles del casco antiguo hasta llegar a la plaza, donde eran observados con detalle por el jurado del certamen. En este sentido, hay que explicar que la plaza del Hoyo se encuentra totalmente colmada de personas, por lo que cuando los caballos y los caballistas entran a la plaza, de uno en uno, el fervor y la pasión se apoderan de todos, caravaqueños y visitantes. Se viven escenas realmente emocionantes cuando el caballo se mueve libremente, mostrando toda su belleza, su esplendor, su forma, ya que al fin y al cabo, de eso se trata.
La peña Mudacid, con el caballo Castizo 34, procedente de la cuadra de los caravaqueños Antonio y Julio Martínez –padre e hijo-, se ha alzado por segundo año consecutivo con el primer premio del concurso. El segundo ha sido para la peña Terry y el tercero para la peña Campeón, con los caballos Terry y Ar-cachalote, respectivamente. El presidente del Bando de los Caballos del Vino, Jesús Bermúdez, ha cerrado el certamen, visiblemente emocionado, destacando la ausencia de incidentes durante la jornada.
Tras el concurso, los caballos han abandonado la plaza para ir a descansar, ya que mañana les espera su día grande, el día de los Caballos del Vino, que Caravaca lleva esperando todo un año. Antes de las 5 de la mañana empezarán a engalanar al caballo, vistiéndole con los tradicionales mantos bordados a mano con hilos de seda y oro. Todo un espectáculo de luz y color.
Exposición de Enjaezamientos
Tras finalizar el concurso de Caballos a Pelo, los caravaqueños y los visitantes acudirán a las sedes de cada peña para poder descubrir el secreto mejor guardado de las fiestas de los Caballos del Vino: el diseño de los mantos. Cada peña expone el enjaezamiento en la noche del día 1, para que las personas puedan contemplar el diseño de los mantos, los motivos del mismo, la técnica de bordado empleada, los principales colores… Mañana, cuando los caballos vistan el manto, todo cambiará, los enjaezamientos brillarán de otra manera más especial. Quedan unas horas para que ese momento llegue. La espera se acorta.