Calasparra

Ruta Paraje "Soto de la Boquera" con Visita al Conjunto Rupestre los Abrigos del Pozo

Itinerario paisajístico: Acequia centenaria del Esparragal (1675), Pinos monumentales-Puente del Esparragal, Paraje del Soto de la Boquera (sendero vega arrocera), conjunto rupestre Abrigos del Pozo.

Un paseo por senderos ecoturísticos entre increíbles paisajes de la Vega, Una cita vespertina para ser testigos del tradicional cultivo del Arroz Calasparra, en pleno primavera.

Una visita guiada al conjunto de arte rupestre de los Abrigos del Pozo Paraje Cañón de Almadenes uno de losmás relevantes de la región, no sólo por el número sino por la variedad de pictogramas representados. Están datadas desde el Eneolítico hasta la Edad del Bronce. Al pie de las pinturas se han realizado excavaciones arqueológicas que han documentado la presencia humana en el lugar durante al menos diez mil años.

Arte rupestre del arco Mediterráneo de la Península Ibérica incluido en la lista del patrimonio mundial de la Unesco desde 1998, Red Natura 2000 y del itinerario cultural europeo.

Ruta Paraje "Soto de la Boquera" con Visita al Conjunto Rupestre los Abrigos del Pozo.

La domesticada vega del Segura más indómito; una aproximación a los orígenes del hombre entre brotes de arroz bomba.

Hace apenas dos semanas que las plantaciones de forraje y habas con que los agricultores calasparreños devuelven la vida a las tierras agostadas, para prepararlas para una nueva siembra, han sido sustituidas de nuevo por el arroz bomba, que ahora da comienzo a un nuevo ciclo. Con las cajas llenas del agua limpia que el Segura lleva en su curso alto, las máquinas han ayudado al hombre a batir la tierra y permitir la siembra a voleo de la simiente. Unas semillas que, una temporada más, permitirán que el nombre de Calasparra llegue a todos los rincones del globo como primer arroz con Denominación de Origen y que el Ayuntamiento quiere dar a conocer entre los habitantes de toda la Región, pero también entre los turistas de fuera que se acerquen hasta aquí. No en vano, como en otros paisajes culturales, el"patchwork" que hoy se observa desde lo alto en las riberas segureñas es fruto de la historia y la tradición que han ido labrando los calasparreños.

La ruta propuesta por la Concejalía de Turismo estará acompañada por la banda sonora del musical movimiento del agua, la que circula a toda velocidad por la acequia del Esparragal, impecablemente recta en algunos tramos y serpenteante en otros, y que, siempre en movimiento, va derramándose de caja de arrozal en caja de arrozal. Una peculiaridad que, frente a otras zonas productoras, le otorga a este cereal, un alimento básico en la mayor parte del mundo, una calidad excepcional: agua limpia y en constante movimiento, que regresa, para no desperdiciar ni una gota, de nuevo al curso del río tras ser aprovechada por estos cultivos.

En los primeros compases de estos campos, las cajas son balsas de espejuelos que reflejan las bellas luces del atardecer y el amanecer. Junto a la Casa de las Hoyicas, un antiguo cortijo con horno moruno, el canto de los pájaros sirve de toque de salida para el inicio del recorrido. En silencio, por los caminos de tierra que son lindes de las parcelas, el croar de las ranas permite disfrutar de un concierto natural que llega a resultar ensordecedor.

Hasta que, antes de que medie junio, los brotes de los primeros tallos de este cereal tiñan de verde las 'piscinas' y los agricultores dejen secar las cajas para abonar la tierra y volverlas a llenar, el agua limpia permite asomarse a esas balsas temporales en las que habitan numerosos cangrejos, que, por desgracia, ya no son los autóctonos de río, sino los rojos americanos que han invadido la vega y se han hecho con el nicho ecológico de los locales. Unos cangrejos que, aunque invasores, sirven de alimento a las aves que sobrevuelan la zona, se posan para descansar y detectar nuevas presas y se lanzan en picado a la caza, sobre todo, de los mosquitos que abundan.

Por el paraje del Macaneo y la margen derecha del Segura, entre el río y el Camino del Esparragal, se dibuja este itinerario en el que los carrizos y juncos que delimitan los campos parecen mecerse al compás que marca la banda sonora de la naturaleza, al tiempo que el espectáculo de luces se crece en los reflejos del agua. En compañía de guías y absorbiendo las explicaciones, solo deben preocuparse de poner alerta los sentidos para disfrutar este paisaje cultural capaz de sorprender en cada una de las fases del cultivo del arroz con estampas diferentes.

Tras respirar naturaleza, oler a resina de los pinos que crecen en las inmediaciones y observar la fauna que habita este paisaje antropizado pero con inmensos valores naturales, desde Calasparra invitan al visitante a acercarse a conocer los remotos orígenes del hombre con una visita a los abrigos del Pozo. El yacimiento, con numerosas pinturas rupestres de diferentes fases de ocupación, así como materiales de sus distintos habitantes primitivos, permite recorrer 8.000 años de evolución humana, descubrir lo que la historia geológica desvela sobre este paisaje y comprender cómo este rincón privilegiado de la Región de Murcia se convirtió, desde la prehistoria, en un punto de encuentro social. Una aproximación al pasado milenario que, apta para personas con movilidad, garantiza una entrada en primera fila a los secretos que va desvelando la arqueología. 

Noticias de Calasparra

La iniciativa, que se desarrollará durante tres anualidades, asciende a 500.000 euros y su objetivo es promover y preservar los paisajes y hábitats a través del mantenimiento del cultivo del arroz y sus rotaciones

Se hará un tratamiento fitosanitario, por medios aéreos y con insecticida biológico, en las sierras del Molino y de la Serrata del Puerto en la localidad del Noroeste; y en el Majal Blanco y el Parque regional de El Valle-Carrascoy en Murcia

Éxito de público y tradición en la décima edición del Encuentro ""Villa de Calasparra""