Nunca antes habían participado tantas personas en un desfile de Carnaval en Calasparra. El municipio ha convertido el desfile de este martes, protagonizado por los escolares de todos los centros de educación de infantil y primaria, en el más participativo y familiar de su historia y en un evento singular que crece año tras año.

Con nuevo recorrido, el  carnaval tomaba ayer las calles con un desfile de lo más variopinto. Aves exóticas, elementos de la naturaleza, e incluso dar la vuelta al mundo fue posible. Todos los colegios, así como el Centro Municipal de Atención a la Infancia, se sumaban al pasacalles que inundó de alegría, color, música y coreografías las céntricas calles de Calasparra, llenas de público para la ocasión. Un desfile que transcurrió sin ningún incidente, según ha informado la Policía Local,  y en el que también se tomaba nota, por parte del Ayuntamiento y los centros educativos,  de todo aquello que sirva para mejorarlo de cara a futuras ediciones.

El pasacalles partía desde la Avenida Juan Ramón Jiménez y terminaba en el cine Rosales.  Al final,  fritillas y chocolate para los participantes.