Según publica el diario La Opinión con fecha 28 de Mayo, un vecino de nuestro pueblo, Santos Fernández, interpuso una denuncia contra una concejala del Partido Socialista en el Cuartel de la Guardia Civil de Calasparra, el domingo 22 de Mayo, día en que se celebraron las elecciones municipales. La concejala se tomó la libertad de sacar, sin permiso de la familia, a un anciano de 91 años de la Residencia Virgen de la Esperanza de Calasparra, y que sufre demencia senil, con el objeto de llevarle hasta el colegio electoral para que éste ejerciera su derecho al voto.
El denunciante, sobrino del residente, expresó su indignación ante los responsables de la residencia por haber permitido la salida de su anciano tío sin su consentimiento, extremo éste que en un principio negaron, afirmando que el residente estaba enfermo y que era falso que se lo hubiesen llevado a votar. Ante su insistencia, lo reconocieron y el Sr. Fernández presentó una reclamación ante el centro. Su malestar creció más todavía cuando comprobó el interés partidista de la concejala socialista que lo único que pretendía era conseguir el voto para la candidatura del Partido Socialista de la que formaba parte.
Desde el Partido Popular de Calasparra hemos tenido conocimiento de que no ha sido éste el único caso de ancianos que acompañados de candidatos del Partido Socialista acudieron en sus sillas de ruedas a votar, ancianos que en la mayoría de los casos tenían aparentemente disminuidas sus facultades físicas y mentales.
No sólo nos sentimos engañados e irritados por estas ilegales e irregulares prácticas, como manifiesta el Sr. Santos, sino que nos parece una tremenda falta de respeto y consideración hacia las buenas gentes de Calasparra y hacia los partidos políticos que jugamos limpio con la democracia, aceptando los resultados de las urnas como respuesta fiel y responsable del sentir del pueblo.
Ahora bien, si hay algo que todavía nos abochorna más que estas acciones, tanto de la concejala como de los responsables del centro residencial, son las respuestas de nuestro alcalde en funciones, Sr. Navarro.
Manifiesta que el anciano pidió a la concejala que le acompañara, además pone en duda la existencia de los hechos. Por si esto fuera poco, el alcalde en funciones de Calasparra, consideró que casi a una semana de las elecciones, estas cosas no tienen demasiado sentido y se despachó argumentando que los familiares no se habían preocupado de visitar al anciano durante muchos años.
Pues bien, Sr. Navarro, en el Partido Popular nos sentimos avergonzados porque la primera autoridad de Calasparra especule con la inteligencia de los calasparreños, ciertamente no somos idiotas, no nos imaginamos a los ancianos, sin facultades, pidiendo favores para que los llevasen a votar. Esperaremos los dictados de la Junta Electoral y de los tribunales de justicia, no obstante, nos parece ilusorio dudar de hechos suficientemente contrastados.
Desde el Partido Popular podemos entender que para usted, lo sucedido carezca de importancia, máxime cuando su partido ha ganado unas elecciones municipales, eso sí, por la mínima y se postula usted, de nuevo, posiblemente, como alcalde de Calasparra, además de haber sido elegido diputado regional, suerte que era el primero de la lista, que si no, se queda una vez más en el intento.
Podríamos terminar, preguntándole, ¿Quién es usted para enjuiciar y valorar las actuaciones de nadie? Si nosotros cuidamos mejor o peor a nuestros familiares, eso ni a usted ni a nadie le importa, ya habrá quien nos juzgue. Y si en algún caso tenemos que intervenir para evitar el sufrimiento y el abandono de cualquiera de nuestros ciudadanos, solo habremos cumplido con nuestra responsabilidad y con nuestra obligación.