Un año más, todos los colegios de nuestro Municipio están celebrando, una de las efemérides más importantes y destacadas del Calendario Escolar anual: la festividad de San José de Calasanz, Patrón de los Maestros.

Festejar el día de San José de Calasanz, significa recordar y reconocer la insigne figura de uno de los más grandes pedagogos españoles y que además fue, el fundador de la Escuela Pública en Europa.

En sus orígenes, la festividad del Día del Maestro se celebraba haciéndola coincidir con el aniversario de la muerte de San José de Calasanz, es decir, se celebraba en el mes de agosto. Y puesto que caía en verano, se decidió cambiar su festividad educativa al 27 de noviembre, de tal manera que se pudiese conservar el recuerdo de este ilustre español, que ante todo fue un hombre de Escuela consagrado al servicio del prójimo.

Celebrar el Día del Maestro, es una ocasión magnífica para recordar la obra de San José de Calasanz, pero también para rendir un merecido homenaje a todos los Maestros y Maestras de Totana, que día a día se dedican (o se dedicaron, pues ya han alcanzado la edad de jubilación) a poner todo su empeño en educar a los miles de niños y adolescentes que asisten a los Colegios de nuestra localidad.

Como maestro y pedagogo, considero que recordar la figura de San José de Calasanz en el Día del Maestro, es reconocer y valorar la gran contribución que hizo este Santo español, a la Historia de la Educación de nuestro país y de Europa.

Entre sus aportaciones más significativas a la pedagogía, tenemos que:

• Fue el creador de la primera Escuela Pública del mundo.
• Apostó firmemente por la gratuidad de la Enseñanza.
• Garantizó en sus aulas el respeto a las distintas creencias religiosas.
• Es el padre de la Pedagogía moderna, pues las grandes innovaciones pedagógicas que introdujo en el siglo XVII, marcaron (y siguen hoy marcando tendencia) las líneas de los futuros sistemas educativos europeos.
• Organizó y sistematizó la Enseñanza Escolar Graduada por niveles en Primaria, y por ciclos en Formación Profesional.
• Fijó el inicio de la escolarización, a partir de los 6 años.
• Etc, etc.

Aspectos que hoy son completamente habituales para cualquier docente, pero que debieron suponer una tremenda revolución de innovación pedagógica, para los contemporáneos de Calasanz del siglo XVII.

La vocación docente requiere la capacidad de llevar a la práctica el sentido más pleno del verbo "educar", es decir, la capacidad de sacar lo mejor de nuestros alumnos, orientándolos y guiándolos hacia su formación integral como personas.

Y esta noble y difícil tarea, requiere que todos los Maestros cuenten con la debida excelencia académica, idoneidad humana, compromiso social, actualización profesional continua, etc.

Por todo ello, quiero transmitir en esta señalada festividad, mi reconocimiento y mi felicitación, a todos los Maestros de nuestro Municipio, los cuales, -y al igual que hizo el gran Maestro San José de Calasanz-, dedican su trabajo diario a la formación integral de los niños y adolescentes de Totana, que son los futuros hombres y mujeres del mañana.

Diego Jesús Romera González