Otro perro también sufrió lesiones al caer en la trampa, aunque solo estuvo unas horas atrapado
Al parecer, todo se inició por un conflicto vecinal
La Guardia Civil de la Región de Murcia ha desarrollado la operación 'CEPO' para esclarecer varios episodios de maltrato animal contra unos perros en Alhama de Murcia, que se ha saldado con la imputación de una persona por delito relativo a la protección de los animales domésticos y la incautación del cepo supuestamente utilizado por el imputado contra los canes.
A finales del pasado mes de agosto, una vecina de Alhama de Murcia ponía en conocimiento del Servicio de Protección de la Naturaleza (SEPRONA) de la Guardia Civil, a raíz de una denuncia, que dos de sus perros habían sufrido lesiones por la colocación de un cepo de caza en las inmediaciones de su vivienda.
Uno de los canes estuvo dos días apresado en el cepo, lo que le originó lesiones en la extremidad anterior izquierda consistentes en fractura de falanges y necrosis de tejidos, por las que se le tuvo que amputar parte de la pata. El otro perro que cayó en la trampa sufrió heridas de consideración, aunque en este caso menos graves que el anterior, gracias a que sólo estuvo unas horas prendido.
Efectivos del SEPRONA, ante la denuncia interpuesta, iniciaron la investigación para esclarecer los hechos que, poco después, dio sus frutos al constatar que un vecino de la propietaria de los perros, supuestamente, había colocado el cepo en una finca de forma ilícita, por lo que, tras obtener todos los indicios necesarios, se procedió a la imputación de éste español, de 75 años y vecino de Alhama de Murcia, como presunto autor de delito relativo a la protección de los animales domésticos. Los guardias civiles localizaron y decomisaron el cepo de caza utilizado ilícitamente, que junto con las diligencias instruidas han sido puestos a disposición del Juzgado de Instrucción número 2 de Totana (Murcia).
Conflicto vecinal
De la investigación se desprende que el ahora imputado estuvo observando durante días cómo los perros de su vecina se colaban en su finca y provocaban daños en el huerto y en las mangueras de una piscina de su propiedad. Para "solucionar" el daño que le causaban los animales, dispuso un cepo de caza en el cual quedó apresado uno de los perros, y que liberó posteriormente, a los dos días. Poco después cayó en la trampa otro de los perros de su vecina, que estuvo en ésta durante unas horas.
La Ley de Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, en su apartado de procedimientos para la captura o muerte de animales y modos de transporte, prohíbe el uso de medios masivos o no selectivos, como los cepos y las trampas de cepos.
El delito relativo a la protección de animales domésticos
El maltrato animal se encuentra recogido en el Código Penal, que lo define como el hecho de maltratar injustificadamente a los animales domésticos o amansados, mediante cualquier medio o procedimiento, causándoles la muerte o provocándoles lesiones que menoscaben gravemente su salud, y es castigado con penas de tres meses a un año de prisión e inhabilitación especial de uno a tres años para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales.