El Ayuntamiento de Alhama ha recibido esta tarde una importante donación del periodista alhameño Mateo García, así como diversas maquetas de gran valor de José Cerón.
El edificio de El Pósito acoge desde esta tarde tres exposiciones permanentes gracias a la importante donación de dos alhameños. El alcalde de Alhama, José Espadas y el concejal de Cultura, Juan Romero, firmaban el acta por el que las colecciones pasan a ser de todos los alhameños. A renglón seguido, ha sido inaugurada una muestra con las obras donadas.
El Ayuntamiento, con este patrimonio comienza un gran trabajo de estudio y difusión elaborando materiales para su conocimiento y difusión, a través de guías, visitas concertadas, etc.
Mateo García Martínez
La muestra de la primera planta está formada por una colección de conchas marinas con una muestra de imágenes de Alhama de Murcia pertenecientes a la colección que poco a poco nos ha ido donando al Archivo Fotográfico Municipal alcanzando un total más de ochocientos imágenes entre originales y copias con una cronología de finales del siglo XIX y el siglo XX.
Las imágenes que se exponen en la planta primera del Pósito, casi cincuenta fotografías, son de las más representativas de su archivo y, también, se exponen algunas fotos originales de la colección que destacan por su excepcional valor.
A través de ellas, entre el recuerdo y la añoranza, como era la Alhama del pasado, de nuestros padres, de nuestros abuelos, etc, como eran sus fiestas, sus calles y plazas, los acontecimientos más importantes, nuestro castillo, en definitiva, la vida cotidiana de un pueblo situado en el valle del Guadalentín, llamado Alhama de Murcia, en los siglos XIX y XX.
Mateo García nació en Alhama de Murcia. Colaboró en publicaciones como Línea durante treinta y cinco años, Hojas del Lunes de Alicante y Murcia, Alicante Deportivo e Información y en el diario La Verdad, así como en diversas publicaciones. Durante treinta años, hasta su jubilación, fue corresponsal de Radio Nacional de España en el Valle del Guadalentín. Viajero incansable y coleccionista, son notables sus archivos de fotografías, diapositivas, cromos, numismática, filatelia, etc..
Ha publicado diversos libros de historia, de personajes y de los pueblos de Totana, Mazarrón y su Puerto. Sobre Alhama ha editado Alhama: cien años de historia en imágenes y Alhama en cien crónicas de prensa.
Entre sus muchas aficiones, una de las más conocidas en la de coleccionista de conchas marinas. Ha reunido a lo largo de su vida una impresionante colección de conchas marinas que, gracias a su generosidad, podemos disfrutar en esta Sala para siempre, porque ha donado 840 piezas de las que se hallan expuestas 289. Tanto la diversidad como la procedencia hacen que esta colección tenga una gran singularidad que el propio Mateo nos detallará a continuación.
José Cerón
Por su parte, José Cerón Munuera ha cedido cuatro importantes maquetas de barcos. Éste alhameño viene trabajando desde los 20 años en modelismo naval, sobre todo en veleros de época, históricos y genéricos. Ha realizado varios talleres de modalismo de barcos en el Ayuntamiento de Alhama y ha realizado diversas exposiciones en Mazarrón y Alhama, teniendo expuestos una parte de sus barcos en el Museo Naval de Cartagena.
También donó una de sus maquetas a la Asociación Española contra el Cáncer de Murcia.
En este caso y como cesión permanente se exponen en el Edificio del Pósito las maquetas de los barcos "San Ildefonso", "una Galeaza", "un Clipper" y "una Goleta".
SAN ILDEFONSO
Goleta del año 1833. El empleo de los avisos en la marina española fue bastante similar al que efectuaban las demás marinas: Tareas de comunicación de la escuadra, funciones postales y misiones de exploración.
La fuerza de máquinas de estos barcos oscilaba entre 70 y 180 Hp.
El San Ildefonso, destinado a funciones de aviso, embarcaba 12 piezas. Estos cañones de retrocarga de 80 mm. Estaban montados en el puente de cubierta.
Como indica su denominación el San Ildefonso arbolaba un aparejo completo de goleta, con los palos inclinados y de mediana talla. La única chimenea también ligeramente inclinada se alzaba casi a media eslora, junto a los tambores protectores de las dos ruedas.
LA GALEAZA
Hacia finales del Siglo XV las naves comenzaban a aventurarse en el Atlántico.
La galera de remos del Mediterráneo no podía navegar en el tormentoso océano y carecía de aceptable capacidad de transporte, por ello surgió la "Galeaza", un tipo de fragata dotada de remos.
Estos navíos fueron los primeros que dispusieron de cañones que disparaban por orificios practicados en las bordas, en lugar de hacerlos sobre las mismas. La Galeaza desapareció en el Siglo XVIII.
EL CLIPPER
El nombre de "Clipper" deriva del verbo inglés "To Clip" (cortar el viento), de a-cortar el tiempo de navegación, y se atribuyó al ultimo y más perfecto proyecto resultado de toda la evolución de los barcos de vela.
El Cliper nació en los Estados Unidos de América alrededor de 1820 cuando la clase mercantil americana empezó a darse cuenta que el futuro de su comercio estaba en el mar. Fue llamado cariñosamente Galgo del Mar.
Con el Cliper, el barco de vela alcanza el máximo grado de perfección, por lo que significó lo mejor y lo más eficaz que se podía conseguir de la navegación de vela.
LA GOLETA
GOÉLETTE, GOLETTA, SCONA, SCHONER. Todos estos nombres en lenguas diversas indican un tipo de barco de dos palos, armado con velas aúricas, que descienden directamente de la vela latina.
La experiencia adquirida en siglos de navegación, ha demostrado que estas velas eran muy adecuadas para navegar ciñendo al máximo, es decir para navegar casi en contra del viento.
El tipo de Goleta que se muestra en esta maqueta, es del año 1800 aproximadamente y muy utilizado para la pesca del bacalao en los mares de Terranova.