La noche del martes 24 el Pleno de la Corporación municipal aprobó definitivamente la Ordenanza Municipal Reguladora de la Concesión de Licencias de Actividad para Industrias, Comercios y Establecimientos.

Dicha Ordenanza local viene a sustituir el documento anterior aprobado en 1994 que, con el tiempo, había quedado obsoleto tanto por la misma realidad social a la que atiende como por la nueva legislación que regula estas materias. Además, este nuevo documento era necesario una vez aprobado el PGOM según señala Pepe Espadas, concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Alhama.

Espadas añade que la elaboración de este documento ha supuesto un trabajo de seis meses, desde la elaboración del primer borrador hasta su aprobación definitiva. Para ello se han desarrollado diferentes reuniones tanto con grupos municipales, asociaciones y colectivos y charlas dirigidas a los alhameños en genera, así como ha sido divulgada y explicada en los medios de comunicación local para que todos los ciudadanos pudiesen conocerla y alegar o trasladar todas las circunstancias que consideraran necesarias. También se expuso públicamente en la web municipal. Todo ello ha permitido, aclara el edil, que se elabore un documento definitivo en el que se ha tenido en cuenta todas las opiniones de quienes han hecho sugerencias a la ordenanza.

Esta nueva ordenanza, que entrará en vigor pasados 30 días desde que sea publicada en el BORM, se ha redactado pensando, fundamentalmente, en que sea una herramienta ágil y resolutiva. Por ello, señala el concejal de Urbanismo y Licencia de Actividad, se ha separado dos tipos de licencia: Por un lado las que necesitan un trámite de calificación ambiental y por otro lado las que no lo necesitan o inocuas. Quienes soliciten estas últimas podrán obtener la licencia definitiva en apenas 20 días.

Asimismo, en el documento se resuelven las posibles dudas ante actividades como los locutorios y limita la cantidad de establecimientos del mismo tipo abiertos en una misma zona para evitar saturaciones de tráfico y de ruidos, regulándose también las actividades de hostelería que necesitan la ocupación del espacio público para ubicar las terrazas, a fin de lograr un equilibrio que no perjudique el descanso de los vecinos y el derecho de los establecimientos.