La Consejería de Agricultura y Agua inició hoy el tratamiento del trips occidental de las flores (Frankliniella occidentalis) en el cultivo de la uva de mesa de la Región con métodos biológicos y biotecnológicos, dentro del Programa Murcia Agricultura Limpia. De esta forma se trata de evitar el empleo de productos químicos y la presencia de residuos de insecticidas en la cosecha, tal y como exigen los mercados europeos a los que la Región exporta frutas.

El director general de Modernización de Explotaciones y Capacitación Agraria, Ángel García Lidón, asistió esta mañana a la suelta en campo de los insectos beneficiosos que contribuirán al control de esta plaga, realizada en una parcela de parral ubicada junto a la carretera N 340, entre Alhama de Murcia y Totana.

Según García Lidón, “casi la totalidad de la uva de mesa en la Región de Murcia se ve atacada durante el periodo de floración por esta peligrosa plaga”. En esa etapa, los adultos de trips se concentran en los racimos para alimentarse de polen y así adquirir energía para reproducirse y aumentar las poblaciones. Las hembras aprovechan la situación de las bayas en formación, muy tiernas, para realizar sobre ellas las puestas. Durante el proceso de hinchazón de las bayas, la piel se raja por las zonas de puesta de la plaga, lo que sirve de puerta de entrada a las podredumbres del racimo. En las variedades tintas, la zona que rodea la puesta puede presentar un color pálido o blanco que devalúa la fruta.

En el caso de variedades extratempranas, además de los daños en floración, la plaga puede causar daños durante la madurez. Estas variedades se suelen cultivar bajo plástico para conseguir anticipar la madurez, lo cual favorece la proliferación de la plaga en el cultivo. Cuando se inicia esa etapa, la plaga se desplaza a las bayas que tienen más azúcar, para romper la epidermis y alimentarse de los jugos azucarados de ésta. Tras esos daños el aspecto de las bayas cambia y, al oxidarse las heridas, adquieren un tono marrón oscuro y un tacto pegajoso. Las bayas acaban rajándose por las zonas de ataque y se pudren.

Tratamiento e importancia del cultivo

El tratamiento iniciado por el Servicio de Sanidad Vegetal de la Consejería consiste en la utilización de placas cromotrópicas pegajosas que atraen a los adultos de trips, y la suelta conjunta de fitoséidos depredadores de trips (Amblyseius swirskii) para reducir las poblaciones de larvas de la plaga y evitar que puedan causar daños en las uvas durante la maduración. Las sueltas se realizarán durante varias semanas, con el fin de asegurar una población suficiente de fitoséidos depredadores que puedan controlar las poblaciones de trips hasta la madurez.

La uva de mesa en la Región se cultiva en dos grandes áreas de producción: el Valle del Guadalentín, con unas 2.600 has, y la Vega Alta del río Segura, con unas 2.000 has. La producción de fruta se ubica en torno a 124.700 Tm de las que unas 66.500 Tm son destinadas a la exportación. Según García Lidón, “de estos datos se desprende el interés que tiene para los productores y exportadores murcianos conseguir fruta sin residuos, de manera que les permita ser más competitivos en los difíciles mercados de la UE, que son nuestros principales clientes”.

El responsable autonómico señaló que la plaga de trips, con sus ataques en floración y las consecuencias de rajado y podredumbre en la madurez, o con los ataques en madurez -sólo en las variedades blancas más precoces-, “puede ocasionar pérdidas considerables que, en caso de un control inadecuado, podría afectar a más del 40 por ciento de los racimos de la plantación, ocasionando la depreciación total de éstos”. Por otro lado, añade, “si para controlar la plaga en el periodo de madurez, hay que recurrir a los tratamientos químicos, tenemos muchas probabilidades de que aparezcan residuos en la cosecha, aunque sea por debajo del límite máximo de residuos autorizado”.

Por esa razón, concluye el director general, “la Consejería de Agricultura y Agua, está evaluando y tratando de poner a punto nuevos mecanismos de lucha contra la plaga de trips, como el control biológico y biotecnológico, destinados a evitar la presencia de residuos en cosecha”.