El mercado ha estado amenizado con música y en él ha habido, entre otras cosas, talleres de alfarería, cristal y cetrería.

Alguazas se ha trasladado, durante un fin de semana, a la Edad Media. Lo ha hecho para celebrar su primer Mercadillo Medieval, que durante dos días ha estado instalado en la Plaza del Ayuntamiento.

Más de una treintena de artesanos, venidos de toda España, han participado en este Mercadillo Medieval, que en todo momento ha estado amenizado por una banda de gaitas. El mercado, ha contado, también, con la participación de los voluntarios del curso de Auxiliar de Ocio y Tiempo Libre, que han organizado talleres de manualidades para los más pequeños, y la peña El Molinico, que ha cantado el tradicional ‘aguilando murciano’.

Durante este gélido fin de semana, han sido muchos los que han desafiado al frío y se han acercado hasta Alguazas para encontrarse con un Mercadillo Medieval en el que no han faltado embutidos, dulces, golosinas, plantas medicinales y una amplia variedad de utensilios artesanales.

La cetrería ha ocupado un lugar destacado en este mercadillo, ya que a lo largo de todo el fin de semana se han realizado diversas exhibiciones en las que han participado, águilas, búhos, lechuzas y halcones. Pero, las aves rapaces no han sido las únicas protagonistas, conejos, hámster, coballas y serpientes, también han entusiasmado, sobre todo, a los más pequeños.

Y es que, este, ha sido un mercado pensado, en especial, para los niños. Por eso en él se ha instalado un punto de recogida de juguetes para llevar a cabo la campaña ‘Nadie sin juguete’. A lo largo de todo el fin de semana se han estado recogiendo juguetes que, durante estas navidades, se repartirán entre aquellos niños que no tienen acceso a ellos.

El Mercadillo Medieval ha concluido con diversos sorteos. Todo el que ha comprado en este mercado ha obtenido un número y ha entrado en el sorteo de un lote de productos navideños. Además, durante el mercadillo también se han sorteado tres cestas navideñas entre aquellos que tenían sellada, al menos, una casilla de su carné cultural.