Emotiva la mañana vivida hoy en Alcantarilla, cuando a tan solo cuatro días de cumplirse ya 29 años de tan fatal desenlace, el fallecimiento en trágico accidente paracaidista, del Cabo Salvador Candel Soto, único alcantarillero nacido en nuestro municipio fallecido en accidente paracaidista, el 22 de septiembre de 1987, al que se le ha tributado un sentido reconocimiento y homenaje, a título póstumo, descubriendo en un monolito una placa para recordarle.

Salvador, ha sido el único militar nacido en Alcantarilla fallecido en estas trágicas circunstancias, motivo por el cual un grupo de amigos iniciaron un proceso que culminó el pasado 25 de febrero, en el Pleno de la Corporación Municipal, con la aprobación por unanimidad de todos los grupos políticos de este Ayuntamiento, de instalar una placa conmemorativa en esta plaza de Cayitas, la más cercana a su lugar de residencia, la avenida de Santa Ana que aquí tenemos delante.

El acto estuvo presidido por el alcalde de Alcantarilla, Joaquín Buendía y la práctica totalidad de los miembros de la Corporación Municipal y la familia del homenajeado, entre los que se encontraban sus padres Cesáreo y Pepita, así como sus hermanos Cesáreo y José María Candel Soto.

Desde la Base Aérea de Alcantarilla, de la Escuela Militar de Paracaidismo "Méndez Parada" estuvo una Comisión de Servicio y al frente de ella el comandante Rodríguez Corrales. También estuvo presente el Coronel Jefe del Regimiento Paracaidista Zaragoza N° 5 (de Santa Bárbara en Javalí Nuevo), José Luis Sánchez-Tembleque, el presidente de la Asociación de Veteranos Paracaidistas del Ejército del Aire, Antonio Teruel, junto a nutrido grupo de veteranos, así como Fuensanta Frías, presidenta de la Asociación de Veteranos Paracaidistas de Murcia, los jefes de la Policía Local de Alcantarilla, de la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía y de la Guardia Civil de Las Torres de Cotillas. También estuvo presente el exalcalde Francisco Zapata.

La familia, los padres y los hermanos, acompañados del Alcalde de Alcantarilla, descubrieron muy emocionados la placa y el monolito que estaba cubierto por la Bandera de España y se escucharon los sones de nuestro himno nacional. A continuación unas sentidas palabras de homenaje al Cabo Salvador Candel, por parte del alcalde de Alcantarilla, Joaquín Buendía, agradeciendo a los asistentes su presencia y haciendo una importante valoración del paracaidismo militar en nuestra población y agradeció la labor llevada por el grupo de amigos que han hecho posible la celebración de este acto y la toma del acuerdo final por unanimidad de todos los grupos municipales que componen la Corporación en el Ayuntamiento de Alcantarilla.

Cesáreo Candel, hermano del homenajeado, tuvo palabras de agradecimiento a todos los que han llevado a cabo la organización del homenaje y recuerdo a su hermano y a la familia, desde la Corporación Municipal, como a todo el grupo de amigos que la ha hecho posible a los que enumeró uno a uno, así como tener un recuerdo muy vivo de su hermano, como vivió y como disfrutó de los momentos que vivía en cada momento, destacando de él su pasión por el deporte, incluidos los de riesgo, pero siempre muy cercano a la naturaleza, a todas aquellas actividades que se desarrollaban al aire libre.

Salvador Candel Soto, nació en Alcantarilla en 1967 estudió en el colegio Jacinto Benavente y en el Instituto Sanje. Se incorporó al Ejército del Aire, a la Escuela Militar de Paracaidismo "Méndez Parada", como voluntario, en el mes de junio de 1985, con 17 años. Siendo destinado a la Escuadrilla de Instructores Paracaidistas. Hizo el servicio militar y se quedó en el Ejército del Aire, realizando el curso básico de Cazador Paracaidista número 484 en el mes de junio de 1985, tan pronto entró en el mismo, y el Curso de Apertura Manual número 61 en el mes de octubre de 1986.

Realizó numerosos saltos en paracaídas. Y el 22 de septiembre de 1987 falleció en accidente paracaidista en la zona de lanzamiento de la Escuela cuando realizaba un lanzamiento de instrucción en apertura manual desde 3000 metros de altura. Como un familiar nos indicó. Es, simplemente un hijo de Alcantarilla muerto en acto de servicio. Dio su vida por España. No había cumplido los 20 años.

Salvador era muy amigo de sus amigos y aquí hoy lo están demostrando. Practicó fútbol sala, baloncesto, kárate, pero sobre todo, fue un enamorado de las actividades en la naturaleza, de la escalada, del senderismo. Cualquier actividad que le llevara al aire libre.

El acto continuó con emociones y para finalizar un grupo de los amigos colocó una corona de laurel con los ribetes de la bandera española a los pies del monolito, a los sones de la marcha "La muerte nos es el final", de gran importancia para el mundo militar en todos sus actos, por el honor, el homenaje y el recuerdo, en esta ocasión de Salvador, pero también para todos aquellos que dieron la vida por España.