El alcalde de Alcantarilla, Lázaro Mellado, ha traslado varios escritos en el día de hoy, poniendo en conocimiento los graves problemas que se han detectado con motivo de la limpieza y mejora que se están llevando a cabo estos días, en el entorno de la Rueda y el Acueducto de Alcantarilla, en el que se ha detectado un deterioro evidente de esta estructura, debido sobre todo a las constantes perdidas de agua que afectan gravemente la estructura. Los escritos previniendo esta grave situación han sido trasladados al presidente de la Junta de Hacendados de la Huerta de Murcia, Sigifredo Hernández Pérez, al tratarse de problemáticas creadas por las acequias Mayor de Alquibla o Barreras, que es la que pasa por delante del Museo de la Huerta y la de Alcantarilla que es la que nace de la propia Rueda y que inicia su cauce a través del Acueducto, o los que puedan también producirse a través de la acequia del Turbedal que nace de la propia acequia Mayor, justo antes de traspasar la propia Noria o Rueda de Alcantarilla.

También se ha puesto todas estas circunstancias de manifiesto, tanto al consejero de Cultura y Turismo, Pedro Alberto Cruz, como al director general de Bienes Culturales, Francisco Giménez, como al ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert y a la subdirectora general de Patrimonio Histórico de dicho Ministerio, y responsable de aquellos bienes inmuebles incluidos en el Registro General, al estar los mismos protegidos por estar contemplados como monumento Histórico Artístico de carácter Nacional (BOE n° 181 – Real Decreto 1757/1982), con el fin de que se adopten las medidas oportunas a la mayor urgencia posible, antes de tener que lamentar males mayores, que obliguen a una actuación de mas envergadura. Quedando a la espera de una reunión en la que podamos dar una pronta solución a este grave problema.

La inspección que desde el Ayuntamiento de Alcantarilla, a través de la Concejalía de Cultura, se ha llevado a cabo, indica que "Unas, las menos, debidas al deterioro por el paso del tiempo. Son pequeñas filtraciones cuya reparación sería sencilla, impermeabilizando el cauce o tapando las grietas utilizando los materiales adecuados para no degradar esta obra. Y otras, las más numerosas, son las que podrían afectar de forma mas contundente a la estructura, tanto por su número como por la cuantía de agua que se desliza pared abajo y encharca el suelo. Estas se deben, como hemos podido apreciar "in situ" al desbordamiento del cauce por la gran cantidad de agua que lleva".

El alcalde de Alcantarilla, Lázaro Mellado, les ha manifestado que "cuando la compuerta que regula el caudal se abre más de la cuenta, cosa que últimamente ocurre, el caudal que discurre por el acueducto es excesivo, y como a pocos metros ha de entrar por un tubo que no tiene suficiente capacidad para desaguar, provoca que por diversos puntos el agua desborde. Esto está ocasionando fundamentalmente dos problemas que incidirían directamente en un deterioro alarmante de los Arcos: Por un lado, el agua que desborda encharca abundantemente el suelo hasta el punto de hacer intransitable la zona, ya que produce rehundimientos del terreno que pueden afectar a la estructura. Por otro, como ya señalamos, el agua que se desliza por la pared desgasta esta estructura y la va deteriorando, provocando además la proliferación de pequeños matorrales que cuelgan de la pared y cuyas raíces abren grietas".

Ha manifestado también que "se puede apreciar visualmente que para evitar estos desbordamientos, han recrecido en varias zonas las paredes del cauce para que transporte mayor cantidad de agua, sin respetar los materiales originales y de manera tosca (con yeso ladrillo y cemento); trasladando así el problema del desbordamiento a otras zonas, amén de que es más abundante el agua que discurre pared abajo".

Lázaro Mellado, también les ha indicado que "estas actuaciones no son lo más adecuado para la conservación de la estructura. Ni los materiales empleados parecen que contribuyen a la imagen que han de dar los Arcos, ya que modifican sustancialmente el aspecto. Parece lógico pensar que todo podría solucionarse evitando que circule tal cantidad de agua, utilizando las compuertas que regulan el caudal de acceso, o favoreciendo el desagüe del exceso de caudal del canal, a través de tubos (que al parecer existen pero están anulados) que devuelvan el agua sobrante a la acequia".

Desde luego, el aspecto que presentan los Arcos con estas obras de recrecimiento del cauce, ofrecen al espectador una vista deplorable que no es la adecuada a una obra arquitectónica de esta trascendencia histórico-cultural. Podemos entender que el Acueducto mantenga su vigencia como obra arquitectónica que favorezca el riego de nuestra huerta. Pero también es de obligado cumplimiento para la Administración tomar cartas en el asunto, para proteger esta genial obra arquitectónica, conjugando su uso para el regadío con la necesidad de mantenerlo en las mejores condiciones para deleite de todos, como Bien de Interés Cultural y como monumento Histórico Artístico de carácter Nacional, como así fue por Real Decreto 1757/1982, publicado en el Boletín Oficial del Estado n° 181, del 30 de julio de 1982).