Murcia, 14 ene (EFE).- Los forenses que realizaron la autopsia al cadáver de Óscar O.S., el joven mortalmente apuñalado en un bar de Alcantarilla en 2007, han dicho hoy durante la prueba pericial desarrollada en la Audiencia Provincial de Murcia que manejan como hipótesis que la víctima pudo haber sido inmovilizada o sujetada para evitar que pudiera defenderse.
Los forenses, que han intervenido en la vista oral del juicio iniciado el pasado martes, han añadido que "aunque no podemos demostrarlo y se trata sólo de una hipótesis, el hecho de que el cadáver no presentara lesiones de defensa no es normal, porque cualquier persona que es atacada trata, por un movimiento reflejo, de defenderse".
Los forenses han señalado también que el cadáver presentaba dos heridas graves, una de ellas, mortal de necesidad, porque la puñalada llegó hasta el corazón, mientras que la otra afectó a un pulmón.
En su opinión, todas las lesiones debieron ser producidas con rapidez, "y el arma homicida debió ser muy fina, lo que explica que los orificios fuesen pequeños y que apenas sangraran, ya que se produjo un taponamiento cardiaco que lo evitó".
En cuanto a la posibilidad de alguna enfermedad mental en uno de los acusados, Eduardo G.B., el único de los cinco procesados que permanece en prisión, los forenses han asegurado que "cuando ocurrieron los hechos era plenamente consciente de lo que hacía".
La sesión de hoy se inició con la declaración de los policías de la Comisaría de Alcantarilla que realizaron las investigaciones y procedieron a la detención de los acusados a las pocas horas de cometerse el crimen.
Uno de ellos ha revelado que cuando se tomó declaración a una de las mujeres que se encontraban en el bar donde se produjo el suceso, M.C.T., ésta se negó a firmar sus manifestaciones porque dijo que estaba "amenazada".
"Le ofrecimos -ha indicado el Policía Nacional- acogerse a la ley de protección de testigos, pero lo rechazó, alegando que no quería saber nada de este asunto, por el temor que tenía".
Así mismo, ha añadido que Francisco O.S., al que tomaron declaración cuando estaba ingresado en un hospital para ser atendido de sus heridas, "nos manifestó que no vio a su agresor ni al de su hermano", mientras que otro de los agentes ha añadido que reconoció a los cinco agresores, pero sin poder precisar quién había sido el autor material de los apuñalamientos.
La sesión de hoy ha tenido como uno de los hechos más singulares la exhibición de una carta por parte de una testigo propuesta por la defensa de los hermanos Antonio y Juan G.F., M.C.A., que es la esposa del primero.
Según ella, la misiva, supuestamente firmada por Francisco, se la entregó un tío de estos hermanos, y en ella se atribuía la responsabilidad de la agresión a Eduardo G.B., lo que ha sido desmentido por el letrado de la acusación particular, quien ha negado la autoría de la misma.
Tras estas revelaciones, el fiscal ha pedido a la sala que ordene la apertura de una investigación aparte por si estos hechos pudieran ser constitutivos de un delito de obstrucción a la administración de Justicia o de falsedad.
El juicio continuará el próximo lunes con la exposición de los informes por parte de las acusaciones y de las defensas de los cinco procesados, para los que el ministerio Público pide penas que suman 115 años de prisión por un delito de homicidio consumado y otro en grado de tentativa. EFE