Alpedrete, un pequeño pueblo de la sierra madrileña, el que eligieron Paco Rabal y Asunción Balaguer para vivir, cerca de Madrid, puede que fuera un municipio desconocido, tanto en el resto del país como, por supuesto, allende nuestras fronteras.
Tal vez comenzó a conocerse un poco más cuando estos dos famosos personajes establecieron allí su residencia.
Pero este despropósito de la Comisión de Gobierno, formada por PP y VOX —puede que mal calibrado socialmente— de anular de la nomenclatura urbana la Plaza Francisco Rabal y el Centro Cultural Asunción Balaguer lo ha hecho famoso. En España y en el extranjero.
Una multitudinaria concentración en la reivindicada Plaza de Francisco Rabal, con gentes procedentes de muchos orígenes reclamando la no anulación de estos dos nombres de la cultura en el vocabulario urbano, y con la presencia de medios de comunicación nacionales e internacionales, ha hecho más famoso, para mal de sus gobernantes, este pueblo de quince mil habitantes.
Junto a la asistencia de gentes de Águilas y Lorca —en un autobús fletado por el ayuntamiento aguileño, y entre las que se encontraba el diputado regional y secretario general del PSOE aguileño, Juan Andrés Torres—, se concentraron cientos de personas entre las que mostraban su solidaridad con la reivindicación, y con los hermanos Rabal, rostros famosos del mundo de la cultura como Pepe Viñuela (encargado de leer el manifiesto avalado por miles de firmas); Fernando Méndez-Leite, presidente de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España; el director Imanol Uribe; el actor Jorge Sanz, la actriz Fiorella Faltoyano, que fuera investida rabaliana, por Milana Bonita, en la edición de 2012, o, ya fuera de escenarios y platós, el ecologista Pedro Costa Morata, a la sazón, familiar de Paco Rabal.
Y en representación de Milana Bonita acudió Juan D. Oliver, a cuyo trabajo, a través de Kalika Film, se debe el video que recoge esa jornada alpedreteña que pasará a los anales del cine y el teatro.