Fueron sorprendidas por la patrullera del Servicio Marítimo de la Benemérita e intentaron darse a la fuga a gran velocidad
La potencia del motor de la embarcación sobrepasaba con creces el máximo permitido
La Guardia Civil de la Región de Murcia, en el marco de la operación 'Flask', ha desarrollado una investigación dirigida a esclarecer la tenencia de 28 garrafas de combustible por los tripulantes de una lancha de gran potencia, en aguas de Águilas, que ha culminado con la detención de tres personas, como presuntas autoras de delito de contrabando.
La operación ha culminado con la incautación de 700 litros de combustible, valorados en más de 1.200 euros, y una lancha neumática, de 7 metros de eslora y un motor de 300 caballos de potencia.
La investigación se inició cuando guardias civiles del Servicio Marítimo de la Benemérita, mientras realizaban tareas propias en aguas de Águilas, detectaron la navegación de una lancha sospechosa.
Al aproximarse a la embarcación, su patrón inició una maniobra de huida, dándose a la fuga a gran velocidad, por lo que fue seguido por los agentes que lograron darle alcance y abordarla, pese a sus continuas maniobras evasivas.
Los guardias civiles comprobaron que la lancha transportaba 28 garrafas de combustible, mientras que los tripulantes no dieron una explicación coherente sobre su procedencia o destino.
Una vez trasladados hasta el puerto de Cartagena, guardias civiles especialistas en Policía Judicial realizaron un exhaustivo examen de la embarcación, lo que permitió conocer que su motor superaba con creces el máximo permitido en caballos de potencia, por lo que resultó incautada.
Los tres tripulantes, con antecedentes por delitos de tráfico de droga, fueron identificados como vecinos de Murcia y Almería, con edades comprendidas entre los 19 y los 52 años de edad.
La investigación desarrollada a continuación ha permitido determinar que los ahora detenidos podrían estar vinculados con alguna organización criminal dedicada a la introducción de droga por vía marítima.
Gasolineras flotantes
La hipótesis principal es que la presión policial en la franja marítima del Estrecho de Gibraltar ha conducido a grupos criminales a buscar costas alternativas, para alijar más al norte, lo que supone una mayor distancia a cubrir y un mayor consumo de combustible.
Para abastecer a estas embarcaciones, al parecer, emplean lanchas de gran potencia en las que cargan bidones de gasolina, que después suministran en alta mar a modo de gasolineras flotantes.
La operación 'Flask' ha culminado con la detención de tres personas, como presuntas autoras de delito de contrabando, y con la incautación de una embarcación de siete metros de eslora, con un motor fuera borda de 300 caballos de potencia; y 28 garrafas, con un total de 700 litros de combustible, valorado en 1.200 euros.
Los detenidos, los efectos incautados y las diligencias instruidas, han sido puestos a disposición del juzgado de Instrucción número 3 de Cartagena (Murcia).