Águilas

Cerca de 200.000 personas se dan cita en la Plaza de España para disfrutar del Carnaval

El Carnaval de Águilas vivía hoy uno de sus momentos álgidos, congregando a miles de aguileños y visitantes que no han querido perderse la tradicional Batalla entre don Carnal y Doña Cuaresma, la espectacular llegada de la Musa a la Plaza de España ni el pregón del televisivo Arturo Valls.

La jornada del sábado ha dado comienzo en el salón de Plenos del Ayuntamiento de Águilas, lugar en el que se han entregado, en presencia de la alcaldesa de la localidad, Mari Carmen Moreno; el edil de Carnaval, Vicente Ruiz; y el presidente de la Federación de Peñas, José Alonso, las águilas doradas a José Miñarro, Gran Maestre de la Cuerva; Comarcal TV, ente sobre la que este año ha recaído la Caracola de Oro con la que la Federación de Peñas reconoce la labor de difusión de los Carnavales a diferentes medios de comunicación; así como a Arturo Valls, pregonero de la fiesta grande de la localidad costera.

Tras esta primera parte, de carácter más protocolaria, la popular Glorieta de Águilas volvía a centrar toda la atención de los carnavaleros que, armados de cascarones, tomaron parte en la Batalla entre Don Carnal y Doña Cuaresma, interpretados este año de forma magistral por Alfredo Moreno y Ana María Hernández.

Las componentes del Ballet Oficial del Carnaval fueron las siguientes en ocupar el escenario y lo hicieron como anticipo a la espectacular aparición en el balcón del ayuntamiento de Tatiana Pianelo, Musa del Carnaval, quien con su emocionado discurso se ganó el aplauso de las miles de personas que a sus pies disfrutaban de la elegancia del Carnaval en estado puro.

Pasaban las diez y media de la noche cuando Águilas se convertía en una auténtica locura al recibir al pregonero de las Fiestas de Interés Turístico internacional. Arturo Valls, disfrazado de loro, era ovacionado al hacer su aparición y ofrecer un pregón cargado de momentos cómicos.

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Águilas cuenta, desde el pasado fin de semana, con una plaza con los nombres de Juan Montiel y Beatriz García