Para el PSOE, la actual corporación del Ayuntamiento de Águilas, ha tenido la suerte de heredar de las corporaciones anteriores -desde el año 79- unas cuentas saneadas que han supuesto la carencia de deuda municipal. Como consecuencia de ello actualmente no hay que destinar partida presupuestaria a sufragar ningún tipo de carga financiera.

Desde su punto de vista, esto debería traducirse en una menor presión fiscal y una mejora de los servicios públicos. Sin embargo, a su juicio, los impuestos que pagan los ciudadanos están más cerca del concepto de la extorsión fiscal que de la recaudación. Además sostienen que este esfuerzo ciudadano, cada día más difícil para parte de la población, no está destinado a la mejora de servicios básicos y elementales para los que más lo necesitan, sino que son destinados a la realización de obras de cuestionable utilidad y eventos que permiten la foto de rigor y el mantenimiento de una considerable estructura clientelar.

Desde el PSOE se preguntan: ¿cuánto tiempo podrá un pueblo pobre sostener un Ayuntamiento rico? Así, la formación de izquierdas informa de que en el mencionado impuesto se observan grandes diferencias, con porcentajes superiores incluso al 40%, con otras ciudades de nuestra influencia.

Como ejemplo destacan el impuesto de un vehículo de 12,89 HP (caballos), el más habitual en nuestras calles. Así aseguran que los aguileños estamos pagando este año 143,88 euros, más de 30 que nuestros vecinos de Mazarrón. También en Totana el impuesto sigue siendo más bajo, 11 euros menos. Y en Alhama la diferencia es todavía mayor, ya que los alhameños pagan 90 euros por este impuesto, un 40% menos que nosotros. O sea, que en este tipo de impuesto Águilas vuela más alto. Es decir que pagamos más, según los datos aportados por el PSOE.